Este 28 de agosto, el Consorcio de Investigación Económica y Social (CIES) organizó un Diálogo académico con funcionarios y funcionarias del Ministerio de Educación. Las palabras de bienvenida fueron dadas por Annie Chumpitaz, jefa de la Oficina de Seguimiento y Evaluación Estratégica; y por Javier Portocarrero, director ejecutivo del CIES. La moderación estuvo a cargo de Antonio Campos. 

Acceso y trayectoria de las mujeres en carreras de ciencias

Carlos Vilchez, investigador de CENTRUM PUCP, expuso sobre los aspectos que influyen y condicionan el trayecto de las mujeres para el acceso y su desarrollo laboral en carreras vinculadas a la ciencia, tecnología e innovación. Vilchez partió de la teoría del embudo: ¿por qué muchas adolescentes tienen potencial e interés para las CTI en la secundaria, pero no logran estudiar carreras relacionadas? Junto con Beatrice Avolio y Jessica Chávez estudiaron la trayectoria educativa de cuatro poblaciones ―estudiantes de 4to y 5to de secundaria, estudiantes universitarias, docentes y profesionales― para averiguar las razones de esta desproporción.

Mediante la aplicación de instrumentos cuantitativos y cualitativos a una gran muestra de jóvenes y adultas, detallaron la multicausalidad de este fenómeno. Existen barreras relacionadas al género ―como el conflicto trabajo-familia y la maternidad―, barreras relacionadas a los retos particulares de estas carreras ―como creencias culturales sobre las ciencias y el género o estereotipos relacionado a estas carreras―; y factores generales al desarrollo laboral y que no tienen relación ni con la ciencia ni con el género. Asimismo, ha sido notable la falta de comprensión de la ciencia para las estudiantes escolares y sus padres, quienes están más orientados a que sus hijos estudien carreras que generen beneficios económicos en el corto plazo. Además, hallaron muchos estereotipos internalizados en padres, docentes y que afectan la decisión de las mujeres por inclinarse a la CTI: que las ciencias son un campo masculino, que las mujeres en ciencias son "frías emocionalmente" y con "poco interés en tener una familia", que los hombres son mejores en números, etc.

Jornada escolar completa y embarazo adolescente

A su turno, Jhon Ortega, investigador de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, expuso su estudio "Dentro del colegio y lejos del embarazo: El efecto de la Jornada Escolar Completa sobre el embarazo adolescente en Perú". La motivación para realizar dicha pesquisa partió de conocer que más de 8 de cada 10 adolescentes alguna vez embarazadas no asisten a un centro educativo, y de ellas el 58% no lo hace a razón de su embarazo o por matrimonio, y el 26% por razones económicas.

Ante ello, Ortega refirió que un instrumento que puede ser eficaz es extender la Jornada Escolar Completa. Esta se implementó en 2015 no precisamente con el fin de reducir el embarazo adolescente, pero ¿qué efecto tuvo sobre este? El autor señaló que la JEC ha reducido 0.6 p.p la tasa de embarazo adolescente y pronosticó que, de haberse implementado al 100%, este se habría reducido 2 p.p. Como recomendación de política, sugirió la gestión de la alimentación en colegios JEC, el seguimiento a madres-estudiantes e implementar programas de Educación Sexual Integral (ESI) y paternidad responsable.

La escuela como un espacio cruel

Por último, Paulo Matos, investigador de la PUCP, resaltó que frecuentemente la escuela es un espacio donde los niños, niñas y adolescentes convierten la violencia en una de las formas de interacción más recurrentes, contrariamente a la tesis del colegio como un espacio seguro e ideal para su pleno desarrollo. Alrededor de 40% de estudiantes han sufrido agresiones físicas, 48% ha sido víctima de bullying y 45% víctimas de robo en la escuela, según un estudio citado por Matos.

Por esa razón, Matos, conjuntamente con Franco Calle y Regaan Orozco se propusieron entender las diversas dinámicas de violencia que ocurren dentro de la escuela y sus consecuencias, así como identificar los factores que explican que un estudiante sea víctima. Concluyeron que aquellos que son víctimas de violencia en su hogar tienen mayores probabilidades de ser víctimas de violencia en la escuela. Además, los patrones de violencia se diferencian entre el sexo biológico del estudiante: entre estudiantes mujeres es más común la violencia psicológica, mientras que entre hombres lo es la física.

Finalmente, las palabras de cierre estuvieron a cargo de Luciana Velarde, jefa de la Unidad de Seguimiento y Evaluación, quien subrayó la importancia de conocer evidencia académica para la toma de decisiones; y se comprometió a tener en cuenta las conclusiones y recomendaciones de política de los autores en su gestión.