Lima, 27 de mayo de 2021.- "Hasta ahora, más que una reactivación, tenemos un rebote frente a la caída del año pasado, pero un rebote bastante desigual donde hay sectores como el de construcción que están creciendo en dos dígitos, pero otros como comercio, servicios o manufactura no primaria a la que todavía le cuesta recuperarse", opinó el economista de INDE Consultores, Luis Alberto Arias. Dichas declaraciones fueron hechas durante el 3er diálogo "Perú Debate 2021: perspectivas hacia un nuevo gobierno", moderado por la economista investigadora de IEP y la PUCP, Roxana Barrantes.

Arias comentó que la plena erradicación de la pandemia a nivel nacional, regional y global son requisitos sine qua non para aumentar el consumo público o la inversión privada. No obstante, las exportaciones sí podrán seguir recuperándose "porque los vientos externos son favorables". Asimismo, opinó que el Perú enfrenta varios retos como "regresar a nuestro equilibrio fiscal, pero no el equilibrio anterior: sería suicida pretender llegar a un déficit del 1% del PBI manera rápida, o pretender retornar a un nivel de endeudamiento del 30% del PBI -ahora ya estamos en 35%-".

Explicó que, de acuerdo a su documento de política Política fiscal y tributaria frente a la pandemia global del coronavirus, será necesario aumentar la recaudación tributaria y reestructurar el gasto público, ya que "dejar todo a la recaudación sería demasiado exigente. Identificar gastos improductivos y quizá generarse un ahorro entre 1% y 2% del PBI".

A su turno, el economista Pedro Francke expuso que la presión tributaria y fiscal peruana está muy por debajo de otros países de la región, motivo por el cual nuestros gastos en educación y salud son relativamente reducidos respecto a los países vecinos. Opinó además que "se necesita más gastos en educación y salud para tener un mejor gasto en educación y salud", ya que hay bastantes problemas de despilfarro y corrupción, pero nuestro nivel de gasto es bajo. Más adelante, comentó que hay que dar más flexibilidad a la gestión "desde abajo" de las instituciones, como los colegios o en el sector salud. "Un nivel de flexibilidad en niveles de participación a un nivel descentralizado es importante para los servicios públicos que están más directamente vinculados a la gente: "¿Cuánto más se podría hacer si les diéramos una platita adicional para que el director y los padres de familia dispongan de manera flexible? Los colegios pueden necesitar cosas que ni siquiera nos imaginamos". Más adelante, al ser preguntado sobre el impuesto a los ricos, explicó que "es un impuesto que tiene una buena dosis de justicia si se hace bien. Si se hace encima de los 100 millones de dólares, son unas docenas de peruanos".

Posteriormente, el electo congresista por Podemos Perú, Carlos Anderson, coincidió en que la infraestructura tributaria peruana es regresiva y criticó lo que él llamó "imponernos metas fiscales ultraconservadoras": "¿Por qué tanta disciplina fiscal si un país emergente requiere recursos? Si las condiciones externas nos lo permiten, ¿por qué no usar esos recursos para crecer?". Anderson denominó "falsos ahorros" al hecho de que "no nos impusimos metas que nos permitan cumplir todas las necesidades en salud, educación infraestructura... de eso se ha hecho poco". El fin último de la economía es el bienestar de las familias, postuló, por lo que se requiere apuntar a lo estructural más allá de lo coyuntural como en caso del impuesto predial: "En cualquier parte del mundo contribuye entre 1 a 3% del PBI, aquí creo que 0.15% aproximadamente del PBI", refirió. Por último, abogó por "provincializar" el impuesto.