Suspender la erradicación de hoja de coca en el VRAEM da oportunidad para atender demandas asháninkas
Investigador de gobernanza indígena, Álvaro Pastor, resalta que estas comunidades están demandando seguridad territorial y conservación ambiental
La suspensión de la erradicación de hoja de coca en el VRAEM anunciada por el Ministerio del Interior es “una oportunidad para priorizar por lo menos dos temas de las comunidades amazónicas, y específicamente las comunidades asháninkas de este valle: garantizar su seguridad territorial y humana y ver cómo alinear las economías alternativas con la conservación del medioambiente” afirma Álvaro Pastor, sociólogo de la PUCP, y autor de un estudio sobre gobernanza indígena en contexto de economías ilícitas ganador del concurso de investigaciones 2021 del Consorcio de Investigación Económica y Social (CIES).
En este documento, Pastor precisa que las más de 400 comunidades nativas que constituyen el pueblo indígena asháninka tienen en sus territorios 2,189 hectáreas cultivadas con coca, lo que representa el 35% del total de superficie con coca en comunidades amazónicas y el 3.7% de la superficie total nacional. En las comunidades del VRAEM el área cultivada con coca aumentó en un 59% entre 2016 y 2020.
Riesgo para líderes asháninkas
La preocupación sobre la seguridad humana en la amazonía se centra en la situación de los líderes indígenas asháninkas que expresaron su oposición a los cultivos ilícitos, quienes han recibido amenazas por firmar los convenios para programas de desarrollo alternativo con DEVIDA y apoyar la medida gubernamental de erradicar cultivos en el 2019, refiere la investigación, que recogió testimonios en las mismas comunidades asháninkas.
“Nos amenazan, nos buscan y nos dicen que nosotros estamos promoviendo la erradicación con DEVIDA”, afirma en el estudio mencionado, el jefe asháninka de una comunidad ubicada en Río Tambo, Satipo.
La investigación “Gobernanza indígena en contextos de economías ilícitas: el caso de las comunidades Ashaninkas del VRAEM” recogió este y otros testimonios sobre la experiencia vivida por estas poblaciones desde que en 2019 el gobierno iniciara las acciones de erradicación forzosa en esta zona. Las amenazas a las que se refiere el mencionado líder provendrían de actores no estatales armados que buscan invadir sus territorios a través del uso de amenazas y/o la violencia letal, según los testimonios recogidos durante la investigación de Pastor.
Diferentes posiciones
En el escenario actual del VRAEM, con muchos cambios ecológicos que afectan el acceso a medios de vida de las familias asháninkas y con un mercado que ha adquirido importancia, la economía cocalera ha ido ganando un lugar para el sustento económico de estos comuneros/as que les generó una postura distinta a la expresada por los presidentes de las federaciones asháninkas, de apoyar las medidas de erradicación.
La opción de las familias, sin embargo, no llega a expresarse en el cultivo de grandes extensiones de terreno. Su producción de hoja de coca es limitada, una práctica productiva tolerada únicamente cuando sea para satisfacer las necesidades económicas familiares. Tienen claro que no quieren afectar -más- el ecosistema de sus valles, se precisa en la mencionada investigación.
La gobernanza de comunidades nativas
“Durante todo el proceso del intento de erradicación de cultivos de coca en el VRAEM, las comunidades han pedido y exigido al gobierno central que aborde los desafíos que subyacen a la participación de familias asháninkas en la producción de hoja de coca”, señala el investigador. Porque sin ese abordaje, agrega, la población asháninka va a tener muchos problemas para abandonar estos cultivos.
Estas demandas son pieza clave de la gobernanza de las comunidades nativas en contextos de economías ilícitas, resalta. El término, que alude al necesario equilibrio entre el Estado, la sociedad civil y el mercado; es un factor clave, se señala en la investigación, incluso ante la propuesta y promoción de economías alternativas, que como se sabe también han tratado de impulsar en el VRAEM organismos públicos como DEVIDA.
Por todo ello, “es necesario entender cómo se organizan estas comunidades, que tienen una realidad compleja, y hacer el esfuerzo por conocer sus experiencias de primera mano”, agrega Pastor.
Escrito por
Diseminación y difusión con base en la investigación. CIES: construyendo conocimiento para mejores políticas.
Publicado en
Asociación de 49 instituciones peruanas dedicadas a la investigación y la docencia en ciencias económicas, ambientales y social.